La violencia militar y policial, el racismo, la discriminación y estigmatización se implantan con el Estado de Excepción decretado por la presidenta Xiomara Castro como una guerra a la pobreza y a las garantías constitucionales.
Repudiamos el Decreto Ejecutivo PCM 29-2022, a través del cual se suspenden las garantías establecidas en la constitución de la república en los artículos 69, 78, 81, 84, 93 y 99 a partir de las 6:00 p. m. de hoy martes 6 de diciembre.
El Estado de excepción es una respuesta racista que discrimina y estigmatiza la pobreza, que afecta directamente a las mujeres, niñez y grupos más vulnerables de los barrios y colonias a los que han aplicado esta medida.
El Estado de excepción no es un plan integral para los problemas de las MARAS en Honduras ni en otro país de Centroamerica. Nosotras sabemos que las MARAS no se crearon en nuestra región fueron importadas desde Estados Unidos resultado de la exclusión social, crecimiento urbano rápido y sin planificación, inmigración desordenada, extrema pobreza y falta de oportunidades, a las que se añaden xenofobia y racismo.
No podemos quedarnos calladas ante una medida que en vez de garantizar derechos los quita, no podemos estar calladas ante una medida que violenta y no ataca el problema de raíz. No podemos estar calladas cuando la red de extorsión no solo la ejercen las MARAS, si no que también a aquellos que dicen que van a buscarlos y encarcelarlos.
Nosotras las mujeres que luchamos por una Honduras dónde las alternativas sean integrales y que las respuestas son una propuesta digna para los pueblos, dónde sabemos que los problemas tienen respuestas y que las cárceles no son la única salida, es más las cárceles están llenas de rostros de pobreza, falta de oportunidades y derechos.
¡Estados de excepción nunca más!
¡Por una Honduras y centroamerica sin estados de excepción!